¿Quieres ser feliz?

Pros y contras del proceso personal de despertar

   En estos días de definiciones inciertas, propagación de terapias, fórmulas de bienestar, ayuda o éxito, pociones para la salud y un montón más de emprendimientos para que tú estés bien; es complicado encontrar un modo claro de decir a qué se dedica una o, al menos, hacerlo en dos o tres palabras que sirvan de titular.

 

   De ahí que me haya decidido a escribir un poco largo, cuál es mi idea de "estar mejor" o "estar bien" y, lo que más me importa, de lo que es "ser feliz".

El éxito es quererse

   Será porque soy filósofa, que todas las terapias de éxito me dan miedo. En un mundo consumista como el actual, el éxito no deja de ser una etiqueta más de producto listo para vender. 

 

   Aún así reconozco que existe una forma auténtica de éxito: SER FELIZ

   Ser feliz es algo que difiere en relación a cada persona.

 

   - "¿Y si soy feo? ¿O no tengo éxito social? ¿O el dinero me llega justito a fin de mes? ¿O nunca he tenido pareja estable?"

 

   - "¿Tú te gustas así? Entonces, eres feliz.

   La felicidad no es cambiarse a uno mismo para ser lo que, determinados cánones sociales, definen como una "persona feliz"; sino amar lo que por naturaleza ya somos.

 

   Si hay tanta gente infeliz es precisamente por eso. Porque nadie se acepta, tal cual es, en un mundo lleno de etiquetas de lo que es "mejor" y lo que es "peor".

No hay nada que cambiar

   Hay muchas cosas, bastante cotidianas, por las que las personas se sienten infelices: relaciones conflictivas, emociones negativas, miedos e inseguridades, enfermedad...

 

   Para estos problemas, también existen cientos de fórmulas enfocadas a que las personas "cambien", terapias que te ayudan a "ser mejor".

   Sin embargo, será porque llevo bastantes años profundizando en esto de las terapias alternativas y en el amor a mi misma, que me he dado cuenta de que una buena terapia es siempre la que resta y no la que suma.

  Hay personas que al llegar aquí dicen...

 

   - "Nooo, pero cómo voy a ser feliz, con esta ira, o con esta depresión, o con esta obesidad, o con esta enfermedad, o con los niños gritando y en el paro... Algo tendré que cambiar..."

La clave es soltar-se

   Entonces, ¿qué puedes hacer si no te gustas tú, si no te gusta tu vida, si tienes motivos para sufrir?

   Todo lo que sea intentar algo, lo puedes probar tú. Pero lo que aquí te propongo es justo lo contrario: que te permitas liberarte. Y, aunque dicho así pueda parecer fácil, yo diría que en realidad es lo más difícil. No por nada, sino porque la dinámica general en la que estamos inmersos los seres humanos, o al menos los del mundo capitalista, es la primera: intentar algo... Siempre es hacer, hacer y hacer, porque todo se consigue con esfuerzo.

   Liberarte no es hacer algo. Libertarte es dejarte ser. 

 

   Se trata de permitir una dinámica para la que no estás entrenado y, porque es nuevo, no sólo es difícil, sino que, además, muchas veces duele, crea incertidumbre o, peor, vacío. Pero justamente, de esto último es de lo que se trata. Si no haces vacío en ti y en tu vida, no se puede manifestar tu ser auténtico, que está oprimido por tanto "hacer", por tanto reprimir o por tanto olvidar.

El dolor de re-nacer

   Llevas toda la vida queriendo ser mejor, has sido educado para ser correcto, has sido querido por ser bueno y denostado por no serlo. Te has acostumbrado tanto a no ser tú mismo, que muchas de las cosas de las que deberías liberarte para ser feliz están en tu inconsciente.

   Así que, no te voy a mentir: si lo que quieres es restar y no sumar, tendrás que ir despojándote poco a poco de todas las capas de falsa identidad que se han instalado, no sólo en tu mente, sino también en tus cuerpos físico, energético y emocional.

   Renacer, que es lo mismo que liberarte o que despertar, te afectará a todos los niveles y no dejará títere con cabeza. Tendrás que soltar un montón de seguridades en las que estabas instalado/a, dejar libre tu emocionalidad, deshacer vínculos basados en quien no eres; superar traumas que dejaste en el trastero, precisamente, para no sufrir, pero que bloquearon tu espontaneidad, tu ser auténtico. Tus emociones, energía y tu cuerpo físico se te removerán lo indecible hasta que logres soltar toda la identidad aprendida.

El proceso de re-encontrarte

   Si te pones a ello y lo haces en profundidad, por el camino irá reapareciendo tu verdadero yo, ese que te va a gustar cuando lo encuentres. Y a medida que se vaya fortaleciendo, irás  viviendo, cada vez más, la vida que realmente te corresponde, la que siempre te gustó pero habías olvidado.

   No te voy a prometer que, tras el proceso, conseguirás todo lo que ahora deseas desde tu falsa identidad. Ni que va a ser rápido o fácil. Pero hay algo que es seguro, vivirás tu propia vida, hecha a la medida de tu verdadero ser y en consonancia con la Existencia. Y eso, para mí, es "ser feliz".

   Ahora sólo queda que tu sufrimiento actual sea mayor que el miedo a vivir este renacimiento, que seas un valiente con ideas revolucionarias sobre ti mismo, que quieras exprimir al máximo las posibilidades que te da la vida o que consideres que la búsqueda de la felicidad es, no sólo importante, sino lo primero.

  Si estás dispuesto a que tu naturaleza interior se exprese y te guíe por la vida, me permito darte una idea. Será porque a mi también me ayudaron, opino que lo mejor es que busques el acompañamiento de personas que hayan vivido por lo mismo o que vayan unos pasos por delante, y que, además, cuenten con las herramientas necesarias para haćertelo más llevadero y efectivo.